lunes, 9 de junio de 2008

[Sueño]El hombre del traje

Soy de los que les gustaría que todo lo que soñamos durante el descanso nocturno (diurno para algunos) tuviera algún significado en nuestras vidas. Es problable, claro, que si ese significado fuera desfavorable para mí, ya no lo desearía más. Volubles somos, y volubles nos moriremos.

Usualmente recuerdo sueños que me han producido emociones fuertes, como risa, tristeza, o miedo. No es el caso del que sigue.
A continuación, un sueño sin sentido ni significado aparente, sin principio ni final tampoco. Simplemente me llamó la atención que me quedara en la retina sin tener nada en especial. Me llamó la atención que aun lo recuerde, habiéndolo soñado hace varias noches ya.

Iba yo caminando por el centro de Santiago, o un lugar bastante parecido. Creo que a mi lado estaba una persona, pero no recuerdo haberla mirado. Probablemente era mi mamá, porque creo que mentalmente siempre la asocio con el centro.
Recorríamos una galería. Estaba oscuro, y la mayoría de las tiendas estaban cerradas o cerrando. Pero al mirar a mi derecha vi una tienda iluminada, y que no parecía tener intenciones de cerrar pronto. Vendían ropa, específicamente recuerdo haber visto corbatas de distintos colores en la vitrina.
Pensé: "¿por qué estará abierta hasta la noche? ¿cuantos necesitan comprar trajes o corbatas en medio de la noche? Dudo que muchos lo hagan de día siquiera. Habiendo tantas tiendas grandes..."

Cruzaba una calle cuando de pronto me detuve. No sé, tal vez se me había desabrochado un zapato, o me clavé algo en el pié, o recordé algo de repente. La verdad no sé por qué paré. Un auto quería avanzar así que el conductor empezó a tocar la bocina y a gritarme desde la ventanilla. Eso me molestó, así que me quedé parado en el mismo lugar, mirándo con un rostro desafiante a la cara de furia del chofer, mientras me apoyada con una mano en el capó de su auto. El auto era negro, y parecía ser antiguo, pero bien conservado. El conductor era algo gordito, se parecía al tío Vernon de las películas de Harry Potter, y se estaba poniendo morado del enojo y de tanto gritar. Empezó a mover el auto lo más lento posible, esperando que me quitara del medio. En un momento, tal vez por el enojo o quizás por una metida de pata, el auto pegó una pequeña acelerada, suficiente como para haberme botado hacia atrás, pero sin hacerme daño. En la fracción de segundo que ocurrió, me lancé al auto exagerando el impacto. Supongo que la idea era asustarlo o algo así.


El tipo se bajó del auto gritando "¡te pillé, apenas te pasé a llevar y estas haciéndote la víctima para que yo quede como el malo, pero eso no va a pasar!". Me agarró de los brazos, y comenzó un forcejéo tras el cual terminé sentado en el piso, el cual en ese momento me di cuenta que era de tierra y estaba mojado. El tipo me miraba de pié, al frente mío, aun con cara de enojo. Me di cuenta que usaba pantalón de vestir (acaso no todos los pantalones se visten? en fin), camisa y corbata. Se veía bastante elegante. Pues no se me ocurrió nada mejor que agarrar algo de barro que había al lado mío y lanzárselo a la ropa.

El tipo se puso histérico, aunque parecía más afligido que enojado. Hablaba con una mujer que estaba dentro del auto, su esposa, supongo. "Que voy a hacer ahora, mira como quedé..." decía. Creo que me sentí mal por el. Me puse de pié, y le dije "hay una tienda abierta más atrás, por esa galería. Venden corbatas". Me miro sorprendido, pero con una expresión como diciendo "al menos sirves de algo", y desapareció corriendo por la galería.
Seguí caminando. No me pareció que pasara mucho rato, pero debió ser así, para que el sueño tenga sentido. Subí una escalera y llegué a lo que parecía un mall recién inaugurado. Había una tienda de zapatos que parecía estar celebrando su apertura, ya que tenía mucha gente dentro. El anfitrión era el hombre del auto, vistiendo una camisa azul y una corbata amarilla brillante, hablaba con todos cordialmente, cual guía turístico presentándoles una atracción. La gente parecía ponerle mucha atención, y el sonreía. Se veía alegre.

Afuera en el pasillo había algo como una mesa de pool en miniatura, pero con el paño azul. Un tipo de vestimenta elegante, como esos que reparten cartas en los casinos en las películas, me decía que me acercara.
-¿Has jugado alguna vez?- Me preguntó.
-No, apenas y entiendo el pool - le contesté.
-¡Ah! pero esto es diferente, mira - y al abrir la mano como para tirar dados, lanzó hacia la mesa varias conchas de mar. Tenían variadas formas, pero la mayoría eran de esas con forma de cono. La verdad tenía la sensación de que no iba a entender el juego. Desde la tienda, el gordito del auto me miró. La verdad no recuerdo con que expresión, pero creo que si hubiera estado enojado o feliz me acordaría. Sólo...me miró, y siguió en lo suyo.

No parece tener mucho sentido. ¿Por qué será que me acuerdo?