Si se come la alcachofa deshojándola, sacando hoja por hoja, en algún momento se toma la decisión de separar todas las hojas restantes como un cono, dejando expuesto el peludo corazón.
Pero si no tomamos esta decisión, podemos ir hoja por hoja, cada vez más delgada y pequeña. Parece no acabar nunca.
La alcachofa se siente cada vez más sola, más desnuda. Pero estamos sacando sólo hojas. Y las hojas no son el corazón.
Vamos avanzando hacia el corazón. Y parece que vamos llegando ya, pero no se terminan nunca las hojas. Decenas, cientos de hojas. Pero ellas no son el corazón.
¿cuándo llegamos al corazón? ¿qué es realmente el corazón?
Y cuando ya no hay hojas, aún quedan los pistilos peludos, la última capa, la defensa final.
¿qué hay debajo? ¿qué es aquello que se esconde en lo profundo?