A continuación simplemente relato un sueño para nada interesante.
Al despertar me daba vuelta en el pensamiento sólo una frase: "Cristina, la del 666".
Estoy seguro que se llamaba Cristina. Acababa yo de despertar y aun podía recordar estar parado en el pórtico de esa casa. No sé en que calle me encontraba, pero si recuerdo el número: 666.
Ella vivía ahí; él no. Seguramente él la estaba visitando. Nada fuera de lo común, pero ¿que hacía yo ahí metido?
Él me la estaba presentando, con mucha amabilidad, pero a la vez dando a entender que ella era de su propiedad. ¿Creía que una persona como Cristina era una especie de objeto, que se podía tomar y trasladar, o que alguien podría arrebatarle? ¿Creía que, de ser así, yo querría quitársela?
No puedo recordar con que expresión me miraba ella, de hecho, ni sus rasgos físicos. No recuerdo mucho, y tampoco entiendo cual es la razón de que no haya olvidado ese sueño, como tantos otros que se esfuman junto con el aire frío de la mañana al despertar. ¿Era ella importante para mi? ¿Era yo importante para ella? No lo sé en verdad. Creo que no lo supe ni cuando aún dormía. Pero curiosamente, sí se que él la adoraba, casi la veneraba, y parecía que condicionara su propia existencia a estar con ella, a tenerla cerca, a verla, a tocarla. Él era un jóven enamorado, casi al borde de la obsesión.
Creo que nunca había tenido un sueño con tan poco contenido, pero que perdurara tanto. ¿Tendra algún sentido?
1 comentario:
la pregunta que siempre me hago es el cómo....
y la respuesta
...es que tenía que suceder...
es como el recuerdo del olvido...
ami me parece genial siempre que pasa algo así....
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