Las vacas estan emocionadas. Se acerca la semana en que se celebra la proclamación de la primera junta de gobierno vacuno. Aunque muchas vacas piensan erróneamente que lo que se celebra es la independencia de Vacalandia (la cual hace casi 200 años, era una colonia de la madre Vacaña).
Pero lo importante no parece ser qué se celebra, ni cuándo ocurrió. Lo importante para las vacas, es que viene la epoca de las parrilladas. Los precios de la carne humana suben por la tremenda demanda que se genera. Las vacas hacen enormes colas para poder conseguir un costillar, un trozo de espalda, o un delicioso riñon para asar en sus parrillas.
Los criaderos de personas no son capaces de suplir tal demanda. Ahí estan los humanos, pastando inocentemente, sin saber la matanza que se les viene encima.
Es una época triste para las vacas vegetarianas. Ellas, fieles a sus principios, comen sólo pasto en toda época del año. Por estos días, no pueden salir a las calles sin sentir ese delicioso olor a humano asado. Bueno, a los humanos no debe gustarles mucho el olor tampoco.
Sea como sea, todos celebran en Vacalandia. Las vacas se vuelven locas, tiran la casa por la ventana, se gastan el sueldo del mes entero e invitan a todos sus amigos pollos y chanchos a celebrar. Comida no falta en ninguna parrilla.
Sin embargo, en una granja de personas, la evolución toma su curso. Un humano deja de comer pasto y eleva la mirada, un tanto perdida. Haciendo un gran esfuerzo con su incipiente mente, logra hilar un pensamiento completo. Se pone de pie frente a todos los demás humanos y dice:
-¡Hermanos!
Todos los humanos a su alrededor lo miraron.
-¡Esto es injusto! ¡Nos matan sanguinariamente y sin piedad, nos comen indiscriminadamente, y nadie hace nada! Pero esto no durará, llegará un día en que los humanos gobernemos, y ese día mataremos a la vacas para comerlas ¡sin misericordia alguna!
Los humanos que le habían puesto atención se miraron entre sí durante un segundo, y luego se largaron a reir en una carcajada que duró largos minutos. La persona que había hablado miro tristemente al suelo, y siguió pastando.
2 comentarios:
En Vacalandia, no todos los humanos somos (o fuimos) capaces de predecir el futuro. Pareciera que sólo los iluminados se dan cuenta que algún día dominarán el mundo. Y quizás no dormirán tranquilos hasta conseguirlo totalmente. Porque si llegara el día en que hombres y vacas caminasen libres por las grandes alamedas, ese día el planeta entero presenciaría la batalla más terrible de los últimos tiempos. Niños y ancianos serían testigos de cómo estos humanos trituran kilos y kilos de huesos, tiñendo de sangre caliente todos los suelos de la Tierra. Por eso no me extrañaría que en este mundo alternativo estos humanos sean tristemente conocidos como los más violentos "asesinos a sangre fría" que la historia haya conocido.
ja cool
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