Soñé con muerte. Él ya no estaba, se había ido, y lo único que quedaba era su cuerpo frío y su mirada vacía y perdida.
Luego desperté. Al levantarme, lo fui a buscar, pero no estaba.
¿A donde había ido? ¿Quién se lo podría haber llevado?
En verdad no era importante, porque cualquier día de estos aparecería en el umbral, mirándome con alegría.
No era cosa de esperanza, sino sólo de tiempo.
Y aquel sueño, aquella pesadilla, por real que pareciera, no era más que eso. Un juego de la mente.
¿Cuánto tendré que esperar?
Lo suficiente como para olvidar. Eso bastará. No sería la primera vez.
lunes, 31 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Que seas feliz
Donde sea que estés, de todo corazón: espero que seas feliz. Yo lo soy.
-
Venía en auto un día, cuando vi en un parque, en una banca, 2 mujeres jóvenes (o a la distancia me lo pareció) y un niño. No, yo no venía ma...
-
Hoy tuve que lidiar desde la mañana con un molestoso programa llamado Disk Knight . Se le pegó a mi pendrive en los laboratorios de Inacap (...
-
Cuando era chico, me dijeron que era muy maduro para mi edad, que tenía la madurez de un joven más grande. Ahora que soy joven, me dicen que...
1 comentario:
A veces pienso que lo que muere nunca se olvida, sólo está cubierto por el polvo del tiempo.
El temor que siento es cuando el viento fuerte, del silencio y la soledad, descubre los rostros ocultos y nos confunde y muchas veces nos duele.
Publicar un comentario